Mi gatito murió o desapareció y tengo el corazón roto
La pérdida de un gatito, es una de las más dolorosas experiencias a la que nos podemos enfrentar.
Mi gatito murió o desapareció, y es un dolor inmenso. Sin proponérselo se adueñan de nuestra casa y corazón; por eso superar su ausencia es de las cosas más difíciles. Sin embargo, como toda pérdida debemos pasar por un proceso de duelo y seguir adelante. Llevando en nuestra memoria los mejores recuerdos, momentos y agradeciendo el que nos los hayan puesto en el camino. En Gatificando podrás encontrar ayuda y apoyo para esto.
Te encontrarás con muchos sentimientos, es normal sentirse triste, las rutinas y el tiempo con ellos generan ese lazo tan especial y el que ya no esté, puede crear este sentimiento profundo.
Llora si lo tienes que hacer y háblalo, pues esto ayuda a tu corazón a sanar. También te puede funcionar escribirlo, cantar, dibujar, pero lo primordial es que reconozcas que se ha ido.
A veces te puede invadir el mal genio, al sentir que no todos a tu alrededor entienden tu dolor. Es normal, ya que para quien no ha tenido una mascota lo verá sólo como un animal. Así que evita disgustos y busca a quienes tienen peludos en sus hogares, ellos te entenderán mejor.
Rencor con la enfermedad, con el veterinario, con quién lo robó o con la situación particular que los rodeo. Este sentimiento sólo dañará tu corazón, recuerda que las cosas siempre pasan por algo y en el momento que tienen que pasar. Trata de liberarte de él, sal a correr, haz ejercicio o escríbenos tu historia en Facebook.
Puedes sentir culpa, porque lo dejaste mucho tiempo sólo o no le jugaste lo suficiente. Aquí debes recordar que siempre le diste lo mejor, que lo consentiste y lo apapachaste incluso si él no quería, que le diste todo el amor del mundo.
Piensa en que no hay un tiempo “normal” para superarlo, todos tardamos tiempos diferentes en sanar y está bien el tuyo. Cuenta con la familia Gatificando para superarlo y seguir adelante.
Pero no dejes que se alargue mucho a tal punto que te deprimas. Haz cosas que te diviertan, comparte con tus amigos y porque no, piensa en adoptar a un nuevo amigo.
El tiempo nos ayudará a sanar estas heridas y de pronto podrás abrir tu hogar a otro peludito. No pienses en que lo estas engañando; al contrario, piensa en que le estas regalando a otro la posibilidad de ser feliz. No los compares, pues recuerda que las personalidades de los gatos como las de los humanos son muy diferentes.
Ama esas diferencias y abre tu corazón Gatificando nuevamente.
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