A mi gato se le cae el pelo ¿Por qué?
La caída de pelo en gatos puede deberse a causas naturales (muda de pelo) o patológicas (alergias, estrés, nutrición inadecuada, etc.). Vamos a revisar cada una a detalle entonces.
Causas Naturales
La muda es un proceso natural. Sobretodo en primavera y en otoño, los gatos mudan su pelo y, por lo tanto, es cuando más se les cae.
La mayoría de los gatos renuevan su pelaje cuando empieza el buen tiempo (en primavera) para adaptarlo a las temperaturas más cálidas, y cuando llega el frío (otoño) para estar bien protegidos contra el descenso del termómetro. En el caso de paises sin estaciones marcadas, se utiliza por defecto la temporada de lluvias y de sequía. Esto y otras cosas más, es lo que nos enseñan nuestros gatos día a día.
¿Para qué sirve la muda de pelo en gatos?
La muda de pelo sirve para adaptar el pelaje a las nuevas condiciones climatológicasy a las variaciones en el fotoperiodo (horas de luz del día).
Por eso, en los gatos domésticos de interior (aquellos que viven en el interior de la vivienda, sin acceso a un jardín), la muda de pelo puede verse atenuada ya que los contrastes de temperatura entre estaciones son menores. Nuestras calefacciones y aires acondicionados atemperan el ambiente.
El proceso de muda de pelo en gatos es especialmente llamativo en algunas razas de gato de pelo tupido y espeso, aunque los gatos de pelo corto también mudan su pelaje.
Causas Patológicas
Los gatos pueden sufrir una caída de pelo asociada a causas patológicas. Vamos a ver las más habituales:
Estrés
Los gatos son muy sensibles a los cambios en su entorno, así como a los ruidos y a las amenazas ambientales. El estrés es una de las principales causas de que a un gato se le caiga el pelo.
Casi todos los desencadenantes que pueden causar estrés en un gato son de origen ambiental. Estos desencadenantes pueden provocar un cambio de comportamiento en el gato, pero también pueden afectar a su salud.
Los estresantes más comunes para los gatos son aquellos que parecen amenazar sus recursos: la amenaza de otro gato entrando en la bandeja de arena, un bebé recién nacido, la llegada de un perro a casa o incluso obreros haciendo obras en el hogar. También pueden estresar a un gato los ruidos ambientales intensos como los que provocan algunas obras en el pavimento de la calle, etc.
El estrés en gatos, como ocurre en personas, afecta al sistema inmune del gato y puede dejarlo mucho más expuesto a sufrir enfermedades. La caída de pelo en gatos puede ser un claro síntoma de estrés.
Nutrición inadecuada
El pelo está formado, en un 99%, a base de proteína. Por ello, las dietas ricas en proteínas de alta calidad favorecen un pelaje más fuerte y previenen la caída de pelo.
Sin embargo, a la hora de escoger una buena alimentación para un gato, hay que tener en cuenta que no toda la proteína tiene la misma calidad. No toda la proteína ayuda a prevenir la caída de pelo en gatos. Esto es porque existen proteínas de alto valor biológico y alta biodisponibilidad y proteínas que, en cambio, son de baja calidad.
Por ejemplo, el pico de una gallina contiene mucha proteína pero de baja biodisponibilidad. Es decir que el organismo del gato difícilmente puede aprovecharla. Por ese motivo hay que optar siempre por dietas que no incorporen subproductos animales. Una buena alimentación es una de las principales armas contra la caída de pelo en gatos.
Alergias
Los gatos también sufren alergias, igual que ocurre con algunas personas. La mayoría de alergias cursan con reacciones cutáneas. De esta manera, si notamos que a nuestro gato se le cae el pelo fuera de las épocas de muda (primavera y otoño) y la caída no parece estar ligada a ninguna otra causa ambiental, puede ser síntoma de una alergia.
Las alergias alimentarias, concretamente, pueden generar alopecias localizadas o clapas y rojeces en el pelaje. Para combatirlas lo mejor es elegir una dieta de exclusión.
Otras enfermedades ligadas a la caída de pelo en gatos
Además de las causas apuntadas anteriormente, un gato puede perder pelo debido a alguna enfermedad de la piel que repercute directamente en la caída de pelo.
Aunque existen gran cantidad de patologías, la más común es la tiña, que se identifica por la aparición de unas ronchas de color rojo en la piel. Entre las enfermedades cutáneas que puede sufrir un gato, hay que destacar que algunas estaránproducidas por bacterias y otras se relacionarán con la aparición de hongos. Ante cualquier sospecha, como siempre, lo más indicado es acudir al veterinario.